Lecciones de Fe Cristiana
Vivida en la
Iglesia Episcopal,
Bajo la
dirección de la Biblia como norma suprema,
En el camino de la tradición y la Razón
Lección Nº 4:
Dios como Primera Persona de la Trinidad
La Primera Persona de la Trinidad es
conocida como Dios Padre. A muchos seres humanos les duele la palabra “padre”,
pues el papá biológico que han tenido, o tienen, ha sido causa de sufrimiento.
Por ello, para pensar en la Primera Persona de la Trinidad, podemos utilizar
otras palabras, que recuerden el significado de Dios a través del amor
incondicional que caracteriza a cada una de las Tres Personas de la Trinidad.
El Credo de los Apóstoles dice: “Creo
en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra”. Por su
parte, el Credo Niceno manifiesta: “Creo en un solo Dios, Padre
Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible”.
Notemos, en primer lugar, que el Credo
Niceno comienza comunicando que Dios es uno solo. Recordemos que la unidad de
Dios se encuentra ligada al primer mandamiento en Deuteronomio 6:4-5. De ello
se sigue que, dado que Dios es uno, único, entonces su ley de amor al prójimo
(Levítico 19:18) es única, sin que pueda existir ninguna otra ley por encima
del amor al prójimo (Deuteronomio 12 y 13); por ello el amor al prójimo es la
ley suprema (Santiago 2:8). En este sentido, Santiago 1:27 expresa que la
verdadera religión consiste en ayudar a las personas con dificultades, y no
mancharse del mal.
En segundo término, los Credos
comunican que Dios es Todopoderoso y creador. Ello resulta importante por, al
menos, dos razones: 1) Dios es nuestro Dueño, en el sentido de que Dios es
único; ello implica la relevancia de la ley de amor al prójimo, la cual es suprema,
de modo que nosotros sentimos que, por encima de nuestra libertad (autonomía),
se encuentra la responsabilidad por los demás (amor al prójimo, solidaridad:
Kant, Levinas). Vivimos como si (Vaihinger) aceptáramos que existe algo por
encima de nosotros mismos, lo cual es este deber de solidaridad. 2) Dado que
Dios es Creador, entonces el rasgo que más caracteriza a las personas, que es
la creatividad, debe unirse (sin poder separarse) a la causa del amor al
prójimo. En tercer lugar, el Credo Niceno indica que Dios creó todo lo que se
ve y lo que no se ve. Ello significa que Dios es absolutamente supremo, de modo
que debemos vivir con la certeza de que ninguna sorpresa ni situación nos
pueden hacer dudar de la completa superioridad del deber de amar al prójimo
(solidaridad).
Los pensadores han formulado muy
diversas explicaciones de quién es Dios. No se trata de que lleguemos a una
definición rígida de Dios, pues no cabe definición alguna. Se trata más bien de
iluminarnos acerca de las muy diversas maneras en las cuales podemos ponernos
en sintonía con el compromiso, siempre inexpresable, de Dios:
1.
Dios como la fuerza que lleva a curar las heridas de nuestra mente y corazón, y
nos impulsa para cambiar la sociedad hacia la solidaridad (Lerner).
2.
Dios como el proceso hacia la realización personal completa, como individuos y
como pueblo (Kaplan).
3.
En este camino resulta valiosa la sabiduría, entendida como la capacidad de una
persona (y de un pueblo) de satisfacer sus necesidades de una manera
sostenible, priorizando lo que es realmente importante, de modo que se
satisfacen las necesidades sin caer en la codicia ni en la agresión (Kaplan).
4.
Religión como monoteísmo ético (Hermann Cohen).
5.
Dios como el fundamento de nuestros valores basados en la ética única del amor
al prójimo (Borowitz).
6.
Dios como la experiencia integral de lucha contra todo lo que oprime al ser
humano, ya sea opresión física o mental (Fromm). Ello, expresado de forma
positiva, sería: Dios como la experiencia integral de solidaridad práctica
(comprometida).
7.
Dios, no como un sustantivo ni como un sujeto, sino como un predicado
(Kushner). Por ello sólo podemos hablar de lo que es de Dios, es decir,
Divino, como el amor, la solidaridad, el cambiar la sociedad y a nosotros
mismos…
8.
El ser humano no puede entender lo que Dios es, sino únicamente lo que Dios no
es (Maimónides).
9.
Dios como el compromiso integral u holístico con la causa de la solidaridad,
unida a la disposición de vivir con la mente y el corazón abiertos, pudiendo
ser ayudados de formas que la razón no pueda entender, siempre que vivamos por
este camino de la ética del amor al prójimo (dmb).
Lecturas para la próxima semana: A) Filipenses 2:
6-11 B) Colosenses 1: 12-20 C) Efesios 1: 3-10 D) Juan 14:8-11 E) Juan 13:31-35
F) Isaías 52-53 G) Salmo 16 H) Salmo 24 I) Hechos 1:6-11 J) Éxodo 12:1-11 K)
Éxodo 12:14-21 L) Hebreos 9 y 10.