viernes, 12 de agosto de 2016

¿Por qué el 15 de Agosto es tu Día, seas o no Madre Biológica?

¿Por qué el 15 de Agosto es tu Día, seas o no Madre Biológica?


        Daniel Montero Bustabad
                                                                       monterodaniel@monterodaniel.com
                                                                       www.monterodaniel.com


El motivo de las presentes líneas consiste en ofrecerte a ti, estimada lectora, un sincero homenaje por la celebración del quince de agosto. Dicha magna fecha constituye un tributo a todas las damas por igual, no solo a las madres biológicas. Surge, pues la pregunta: ¿Por qué el quince de agosto festeja no solo a las madres biológicas, sino a todas las damas? A lo cual se agrega: ¿Cuál es el motivo que brinda regocijo a este día?

La respuesta se encuentra a partir del momento en el que inquirimos qué es ser madre, qué es lo que la caracteriza. Podemos resumir la contestación de la siguiente manera: Madre es quien reúne estos atributos: 1-) Ama incondicionalmente y, como tal, cuida de sus amados. 2-) Es constante. 3-) Aporta equilibrio. 4-) Proyecta positivismo.

El principal rasgo característico de una madre, es el amor incondicional con el cual recubre, envuelve y sustenta, a su ser querido. Amar incondicionalmente es querer y ayudar al ser amado, independientemente de cómo sea esa persona, e independientemente de lo que ese ser haga o no haga con su vida. Este rasgo lo encuentro en ti, querida amiga, seas o no madre biológica. Tu cariño por los demás, tu empeño por un mundo mejor y la dadivosidad con la que te entregas a la causa del ambiente, y a todo lo que es noble y justo, muestran tu cualidad indudable de madre, hayas tenido o no hijos. Eres madre porque amas incondicionalmente a los demás y a la naturaleza.

Ser madre es ser constante. Tu conducta, querida amiga, muestra que siempre estás a la disposición de las personas, todas las horas del día, cada día de la semana. A cada instante fluye tu solidaridad con los demás, tu empeño por defender el ambiente y tu trabajo por un mundo mejor. La conducta de tu persona demuestra tu constancia.

Toda madre aporta equilibrio. La madre refleja valores equilibrados, huye de los extremismos y con sabiduría elige lo que es congruente con una vida sobria y sensata, un estilo de vida recto y moderado, que sea capaz de proyectar a lo largo de los años una constancia por el camino de la solidaridad y del crecimiento laboral y personal. En otras palabras, la madre huye de los valores superficiales que nos invitan al consumismo, a gastar todo y no ahorrar, que nos invitan a vivir en libertinaje y no construir relaciones profundas, y que nos invitan a no invertir tiempo y dinero en un proyecto de vida que, aunque implique limitaciones en el presente, conlleve la sostenibilidad; la sostenibilidad no se refiere solo al ahorro, sino también a la protección ambiental y a la capacidad de los valores éticos para mantener en el tiempo la constancia del compromiso con la libertad y la justicia; la sostenibilidad da como fruto a largo plazo un mejor vivir como individuos y como miembros de una comunidad. La madre disfruta el presente, pero se modera en los gastos, construye relaciones profundas con personas cuya amistad vale la pena, y se compromete con un proyecto de vida sostenible a largo plazo, en beneficio tanto de ella, como de sus seres amados, como de las futuras generaciones. Tu persona refleja esa cualidad de madre, pues en el presente limitas tu consumo para ahorrar pensando en el futuro, además escoges tus amistades para apoyar a personas rectas y justas, y te comprometes con la sostenibilidad ambiental, en beneficio de tus seres queridos y de las futuras generaciones.

La madre proyecta un espíritu positivo. Es común que, aun en momentos difíciles, cuando ella se siente preocupada, la madre, en vez de poner mal semblante, piensa en sus seres queridos y, por causa de ellos, cambia su rostro, mostrando alegría y esperanza, para así transmitir confianza y gozo a sus retoños. Tu persona muestra que, aun cuando la situación no sea fácil, te esfuerzas por ponerle buena cara a la vida, escoges ver el lado bueno de las cosas, piensas bien de los demás y respondes con alegría a la adversidad. La madre rechaza el adagio “piensa mal de los demás y acertarás” y, por el contrario, considera que los demás son guiados por buenos motivos, y esa confianza en las otras personas, las empuja, por así decirlo, en el buen camino. Tú eres madre por cuanto te esfuerzas por vivir la vida cotidiana con buena actitud, con solidaridad hacia los demás, y por encontrar alegría.


Como síntesis de lo anterior, podemos concluir que tú como persona, seas o no madre biológica, eres la homenajeada en este quince de agosto. Ello se debe a que, por amor a D-os, amas a los demás, escoges un estilo de vida solidario en sabiduría, reflejas constancia en ello de conformidad a una conducta equilibrada; vives con un espíritu positivo, pensando bien de los demás y con buena actitud. Tu vida cotidiana refleja lo anterior, lo cual constituye una verdadera dama, la homenajeada por mí en este día y en todos los días.


                                                                       Daniel Montero Bustabad
                                                                       monterodaniel@monterodaniel.com
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