El Mensaje de Daniel Capítulo 1
(Lección para Niñas y Niños, utilizando franelógrafo)
Daniel
Montero Bustabad
Queridas niñas y niños:
Me alegro mucho de estar
con ustedes. Mi nombre es Daniel Montero. Vamos a conversar sobre un muchachito
que se llamaba igual que mi persona: Daniel.
(Poner el dibujo de
Daniel).
Él era como ustedes, un
poco más mayorcito, pero muy parecido a ti, a ti, a ti y a ti. Por ello
imaginemos que somos Daniel y que vamos a vivir juntos una maravillosa
historia, la historia de Daniel y sus amigos.
(Poner el dibujo de la
Biblia).
La historia se encuentra
en la Biblia. La Biblia es el libro más maravilloso del mundo, porque nos habla
de D-os como amor. D-os te ama a ti, a ti, a ti, a ti y a ti. D-os nos ama tal
como somos. D-os nos ama.
La historia se encuentra
en la Biblia, en el libro de Daniel capítulo 1.
Leer Daniel 1:8.
(Quitar los dibujos).
(Poner dibujo del Rey).
La historia comienza
cuando el Rey más importante del mundo de entonces mandó que trajesen a su palacio
jóvenes de todas partes del mundo.
Daniel y sus amigos
fueron traídos desde Israel hasta Babilonia, que es donde vivía el Rey. Fue un
viaje muy, muy largo.
(Poner dibujo de Daniel
y sus amigos moviéndose hasta llegar a Babilonia).
(Quitar dibujo del Rey y
poner dibujo del ayudante del Rey junto a los muchachos y una mesa).
El ayudante del Rey dijo
a Daniel y sus amigos que, por orden del Rey, debían comer la misma comida que
el Rey.
Sin embargo, Daniel y
sus amigos dijeron al ayudante que no querían contaminarse comiendo cosas
impuras que son sucias.
También el libro de
Daniel nos muestra que Daniel y sus amigos no se contaminaron con los ídolos
del Rey y se portaron bien, tal como la Biblia nos pide que nos portemos bien.
(Poner dibujo de un
corazón sucio junto al símbolo del dinero).
El corazón del Rey era
un corazón sucio, porque no conocía a D-os. El Rey y las personas de Babilonia
adoraban ídolos como el dinero, el poder y los animales. Daniel y sus amigos
decidieron no contaminarse con lo malo.
(Quitar dibujos)
(Poner dibujo de Daniel
y sus amigos y un corazón rojo).
Sin embargo, Daniel y
sus amigos amaban a D-os y, por eso, su corazón estaba limpio y se portaban
bien.
Daniel y sus amigos amaban
a D-os y amaban a todas las personas. No decían malas palabras, no mentían, no
pegaban a otros ni odiaban a nadie y compartían sus cosas con otras personas.
El corazón se pone sucio
si mentimos, robamos, decimos malas palabras, odiamos, o si desobedecemos a los
padres y no compartimos nuestros juguetes.
Por eso Daniel no hacía
nada de eso, sino que se portaba bien, amando a D-os y a todas las personas, y
compartían con otros, así como ustedes aman a D-os.
(Poner dibujo de Daniel
y sus amigos y de frutas y verduras).
Daniel y sus amigos
pidieron al ayudante del Rey que no los hiciera contaminarse con alimentos
impuros, sucios. Por eso pidieron comer verduras.
El ayudante del Rey
estaba preocupado, porque pensaba que, comiendo frutas y verduras, los
muchachos serían débiles y enfermos.
Sin embargo, Daniel pidió
al ayudante del Rey que hiciera la prueba por diez días. El ayudante del Rey
aceptó.
(Poner dibujo de Daniel
y sus amigos y el ayudante).
Al finalizar los diez
días, Daniel y sus amigos estaban más fuertes que todos, con mejor salud y más
alegría. Eso le gustó al ayudante del Rey.
(Agregar a lo anterior el dibujo del Rey).
Después de mucho tiempo,
Daniel y sus amigos conocieron al Rey, quien conversó con ellos. El Rey se
alegró mucho de conocerlos, pues Daniel y sus amigos eran sabios, con una sabiduría
que sólo D-os pueda dar.
Eran más sabios que
todos los muchachos de todas las partes del mundo.
Daniel y sus amigos
brillaban, pues tenían en su corazón el amor de D-os.
(Agregar dibujo del
corazón limpio).
Daniel y sus amigos eran
de un corazón limpio. Comían frutas y verduras. Amaban a D-os, amaban a las
personas, trataban bien a las personas y ayudaban a todos. No odiaban a nadie,
ni decían malas palabras, ni mentían.
La historia de Daniel en
la Biblia nos enseña que debemos ser de corazón limpio, amando a D-os, amando a
las personas, ayudando a todos. Debemos ayudar en la casa a nuestros padres,
recogiendo los platos, lavando platos, limpiando y portándonos bien.
Debemos decir la verdad,
compartir nuestros juguetes y ayudar a las personas.
No debemos mentir, ni
maltratar a las personas.
Si vivimos con un
corazón limpio, D-os se pondrá muy contento. Brillaremos como las estrellas en
el cielo.
Daniel
Montero Bustabad
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