sábado, 20 de diciembre de 2014

Vestir Elegantemente como Muestra de un Sano Amor por Sí Misma... y por los demás.

El arte de la elegancia en el vestir, en los accesorios y en el despliegue de una personalidad que manifieste ser portadora de un noble y recto corazón, engalanan a toda dama verdadera, mostrando que no se trata de una simple mujer, sino de toda una dama, una dama muy distinguida. Esta distinción NO se basa en el dinero, sino en mostrar en la conducta diaria amor a D-os, amor al prójimo y atención a los demás; a ello se suma un sano amor a sí misma, es decir, en cuidarse como persona, tanto en forjar un estilo de vida noble y recto, como en elegir atuendos apropiados, el vestido o enagua, los zapatos de tacón, las medias, así como los complementos apropiados, como elegantes uñas y otros detalles propios de la estética. Este cuidarse sube el ánimo y comunica a sí misma y a los demás, que usted no es solo una mujer, sino una dama, toda una dama, y una dama muy distinguida.