Me admiro cada vez que conozco una mujer de fe; una mujer de fe mueve el mundo, con su amistad, su fuerza y su femineidad, pues su gracia, es el reflejo de la luz de D-os.
Dice el novio a la novia:
"Me encantaría verte con un vestido así, y pasar la eternidad, con las manos entrelazadas, conversando de los valores y los tiernos sentimientos que nos unen y nos vincularán por siempre".
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