jueves, 5 de enero de 2012

Wordless.

Me dedico a plasmar sentires en textos, pero tu belleza me ha dejado sin palabras, sin aliento, sin sentido... sin qué decir ante tu belleza interna y externa...

Hélade

En la Hélade las musas descendían a la tierra para inspirar a los filósofos-poetas. Ahora es la dama educada por virtud propia la que hace ascender a los cielos las cimas de su doctrina. Y es Costa Rica la que tiene un privilegio mayor que la Hélade, pues musas hubo muchas, pero usted, solo una. La admiro sinceramente.

Regarde

Me ha cautivado esa mirada, ha encendido la ardiente llama de la admiración en mi corazón. Una dama, una, única, bella, es la brasa de la que brota la llama de mi reconocimiento. Rojos son tus cabellos, como ardientes son misfuegos, como sonrosado es mi faz, por el rubor de escribir a tan hermosa mujer sin par

Egregia.

Quién es esa diva, cuyos rasgos en bronce han sido esculpidos en la mitológica foto? ¿Qué materiales tan especiales habrán sido empleados para esculpir una figura tan egregia, curvas tan peligrosas y sonrisa tan sincera? Pues ningún bron...ce metálico, ni mineral terrenal, sino diamantes célicos, marfil de ángel y bronce supraterrenal. Los rasgos tuyos no son de materiales propios de gente superficial, sino diferentes, especiales, labrados con la sinceridad de una persona de verdad, con el ardor de una profesional, la profundidad de un alma culta, y la belleza profunda que brota del tierno corazón de una ángel.

Deshielo.

¡El cambio climático es real! Esa mirada de reina, ese fulgor de esplendorosa belleza, ese áureo mirar de toda una dama, esa vista de una gran profesional, y esa calidez de un noble corazón, ¡esa apasionante hermosura! hace derretirse hasta el glacial más helado, descongela al corazón más frío y llena de amistad y admiración el espíritu del témpano más témpano. ¡A ti, dueña de tan gran belleza, mi más sentida admiración!